La abreviatura SMED significa «Single Minute Exchange of Dies» (Cambio de Troqueles en Minutos de un Solo Dígito) y fue concebida por el japonés Shigeo Shingo, un ingeniero industrial en Toyota. El método SMED busca una forma rápida y eficiente de cambiar un proceso de producción. Por «cambio» nos referimos al conjunto de actividades necesarias para pasar de una orden de producción actual a una nueva. El método SMED indica que cada cambio debería tomar menos de 10 minutos.
SMED paso a paso
El plan SMED para reducir el tiempo de cambio de un sistema consta de 7 pasos:
- Examinar críticamente el método de trabajo actual: Por ejemplo, se podría realizar una grabación en la que se analice el método de trabajo desde la perspectiva de los 7 desperdicios.
- Distinguir entre ‘externos’ e ‘internos’: Un externo es algo que se puede preparar con antelación, mientras que un interno solo se puede ejecutar cuando la línea de producción está detenida.
- Convertir tantos internos como sea posible en externos: Por ejemplo, junto a las líneas de producción, se pueden calentar las piezas de la máquina con antelación.
- Optimizar los internos restantes para que sean más rápidos y reduzcan desperdicios: Por ejemplo, se pueden utilizar herramientas más rápidas y menos tornillos.
- Racionalizar los externos para que tomen menos tiempo durante la preparación.
- Documentar el nuevo procedimiento en una guía clara y bien definida: De esta manera, se sabrá qué se debe hacer en el futuro.
- Repetir todo el plan paso a paso nuevamente: Siempre hay cosas nuevas que se pueden hacer más rápido.
Diseño amigable con el cambio según el método SMED
Un diseño que facilite el cambio es muy importante para la eficiencia durante un proyecto SMED. Por ejemplo, al estandarizar tamaños, habrá menos necesidad de cambios al cambiar de series. Además, se puede prestar atención al orden de los grupos: si una fábrica de lácteos produce primero el yogur natural y luego el yogur con fresas, no será necesario limpiar las tuberías entre medias.